Acá te tengo 7 consejos, que puedes empezar a emplear desde ahora, para enfrentar los ataques de pánico y tener el control. En la medida que acumules experiencias positivas, y dejes de preocuparte por este trastorno, el cerebro dejará de codificar situaciones y eventos como peligrosos, y de esta manera el trastorno desaparece.
Es fundamental que adquieras buena información sobre el problema y una de las cosas importantes que debes saber tanto tu como tu familia es que los ataques de pánico están autolimitados en el tiempo, es decir duran pocos minutos.
Ten presente que lo mejor que debes hacer es enfrentarlo, simplemente aceptar que nada malo te va a pasar; no luchar ni huir y simplemente esperar que pase.
Recuerda que los síntomas son desagradables pero no peligrosos.
Convéncete a ti mismo que lo que está sucediendo es un ataque de pánico, concéntrate en describirlo como lo que es, no como lo que piensas que puede ser.
Realiza ejercicios de respiración, tomando aire lentamente por la nariz contando mentalmente de 1 a 6 y soltando por la boca contando mentalmente de 1 a 9.
Recuerda que respirar rápidamente puede hacer que hiperventiles, lo cual puede producir sensaciones de mareo y esto incrementaría obviamente los síntomas.
Deja de añadir pensamientos negativos, observa cómo se desvanece la crisis cuando dejas de añadir pensamientos atemorizantes.
Pregúntate qué es lo que te estás diciendo a ti mismo que te asusta. Anota estos pensamientos para que los tengas claramente identificados y les puedas dar un manejo adecuado en un momento de crisis. Una forma de darle manejo a los pensamientos es por ejemplo decirte a ti mismo - "no estoy teniendo un ataque al corazón, esto es un ataque de pánico y pasará dentro de pocos minutos.
Mira el reloj para comprobar el tiempo real, dado que se puede tener la sensación de que ha transcurrido mucho tiempo aunque solo haya pasado unos pocos minutos.
Aprende a detectar las falsas alarmas, o trampas cognitivas las cuales pueden dar origen a un ataque de pánico.Una falsa alarma es pensar que las sensaciones que te producen el estrés es el inicio de un ataque de pánico, el no saber reconocer la diferencia entre el estrés y el ataque de pánico, puede hacer que se desencadene en un ataque de pánico.
Otra Falsa alarma es creer que los síntomas físicos del ataque de pánico como: Ahogo, palpitaciones, mareo, están relacionados con una emergencia médica.
El desconocimiento de lo que verdaderamente es un ataque de pánico establece un círculo vicioso que puede dar lugar a un ataque de pánico.
Y una última recomendación muy importante: Ten a la mano un terapeuta que te acompañe en tu proceso y te dedique el tiempo necesario para explicarte al detalle y con muchas metáforas, en qué consiste el trastorno, te ayude además a contrarrestar el daño causado por diagnósticos erróneos previos, dejándote claro que tu enfermedad no es imaginaria tu enfermedad es real pero tiene un tratamiento efectivo y rápido.